miércoles, 5 de diciembre de 2012

APRENDIZAJE

Se aprende de lo bueno,
se aprende de lo malo,

decían las viejas.

Seguimos en una jaula
dando más y más vueltas

cual ratones de laboratorio
sin libertad.

Se aprende al equivocarse,
de cada caída,
de cada error,
de cada nuevo intento.

Y lo menos importante
es el objetivo que propusieron,
tú recorres el camino
que marca tu aprendizaje.

Las comparaciones
no sólo son odiosas,

sino que impiden recorrer el camino.

Es tan triste comprender...
que hemos puesto rejas
en los mismos espacios
de los que cabría esperar...¿aprender?
¿poder equivocarse?

Controlar la frustración, ¡no!
frustrarse y frustrarse
hasta sonreír
y después destrozar lo hecho
y volver a comenzar...